El fundador del Frente Nacional (Front National), Jean-Marie Le Pen, ha fallecido a los 96 años, dejando un legado en la política francesa y europea.
Le Pen resucitó a la extrema derecha y convirtió la inmigración en una de las principales preocupaciones de los electorados, inspirando movimientos ultranacionalistas en Europa.
Nacido en 1928, Le Pen tuvo una larga trayectoria política, alcanzando su punto máximo en 2002 cuando compitió por la presidencia francesa.
Sus declaraciones racistas y antisemitas le valieron condenas judiciales, pero también le dieron notoriedad y apoyo político.
El mayor logro de Le Pen fue posicionar la inmigración como un tema prioritario en la agenda política francesa, influyendo desde su cargo como diputado y eurodiputado.
Su ascenso político generó protestas masivas en Francia y llevó a un aislamiento político a través de un 'cordón sanitario' para evitar pactos con el FN.
Sus ideas, normalizadas con el tiempo, ganaron apoyo especialmente en regiones afectadas por la desindustrialización y atentados yihadistas.
Le Pen, liberal en lo económico y conservador en lo social, dejó un legado controvertido en la política francesa, marcado por atentados, controversias familiares y desafíos políticos.
Con una familia política influyente, Le Pen se casó dos veces y tuvo nueve nietos, incluida la ex diputada Marion Maréchal-Le Pen, que ha seguido su camino político.
A pesar de su apartamiento de la primera línea política, Le Pen continuó influenciando la política francesa hasta su fallecimiento, dejando un legado que sigue resonando en la sociedad.