Ocurrió hace dos días, el 5 de enero, en un pueblo de la provincia de Cáceres. Un hombre se paseó cerca de la vivienda de su ex pareja, portando un hacha de grandes dimensiones, con una actitud agresiva y amenazante. Tenía una orden de alejamiento sobre ella.
Ante la situación, y desde dentro de su hogar, la mujer realizó una llamada de emergencia al 062 de la Guardia Civil, que envió a varios agentes de la Comandancia de Cáceres (USECIC) y varias patrullas de la Compañía de Plasencia y Coria (Cáceres), que detuvieron al varón, acusado de los delitos de quebrantamiento de condena, por vulnerar la orden de protección sobre una víctima de violencia de género, amenazas y atentado y desobediencia grave a agentes de la autoridad al resistirse a ser detenido. De hecho, causó heridas a dos agentes.
Varias patrullas de la Guardia Civil se desplegaron de manera inmediata al realizar la llamada de auxilio la mujer para localizar al hombre. La búsqueda se prolongó durante la tarde y, finalmente, pasada la medianoche, el hombre fue localizado en el interior de una vivienda, concretamente en el domicilio de sus padres con los que convive.
A pesar de los intentos de los agentes por lograr su colaboración voluntaria, el detenido mostró en todo momento una actitud desafiante y agresiva, lanzando objetos y negándose rotundamente a abandonar la vivienda. Dada la situación y ante el eventual riesgo para la integridad física de los moradores de la vivienda, es decir, los padres del hombre, y con conocimiento de la autoridad judicial, los agentes accedieron al interior de la casa, momento en el que el hombre atacó a los agentes con un palo de grandes dimensiones, causándoles lesiones leves a dos de ellos.
Tras neutralizar al agresor, se procedió a su detención siendo trasladado a dependencias oficiales de la Guardia Civil para la instrucción de las diligencias correspondientes. Posteriormente, detenido fue puesto a disposición de la autoridad judicial competente, quien ha decretado su ingreso en prisión provisional.