El sueño de formar almas bilingües en el sur de California se desvaneció en llamas el miércoles por la mañana. Liliana Martínez, educadora colombiana, emigró a Estados Unidos en 1993 con la esperanza de enseñar español a niños como Kieran y Samantha, los primeros en entrar a Rayuela -un preescolar de inmersión en español en Los Ángeles- en 2015.
La calle Mariposa en Altadena quedó irreconocible tras el devastador incendio Eaton. Rayuela School, el corazón de un barrio diverso y emprendedor, fue reducido a cenizas junto a otros negocios locales. Martínez, destrozada, recuerda el esfuerzo de una década y la comunidad íntima que se formó en la escuela.
A pesar de la tragedia, la comunidad se une para reconstruir Rayuela School. Donaciones a través de Gofundme y el apoyo de diversas nacionalidades dan esperanza a Martínez y a todos los afectados. El compromiso de reconstruir es firme, a pesar de las pérdidas materiales y emocionales.
Kathryn Barger, presidente de la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles, promete reconstruir a pesar de la devastación. A pesar de las pérdidas humanas y materiales, la comunidad se une en solidaridad para enfrentar los estragos de los incendios que han azotado la región.